Caminante
Caminante es todo aquél que tiene un espíritu libre, un equipaje ligero, un alma solidaria y sigue espontáneamente el camino de sus sueños, ya sea por motivos de fe o para crear su propio camino y realización personal. Hacer el camino apreciando la belleza de sus paisajes, su energía, su espiritualidad, la cordialidad y hospitalidad de las […]
Material: Bronce
Dimensiones: 71 x 53 x 19 cm
Caminante es todo aquél que tiene un espíritu libre, un equipaje ligero, un alma solidaria y sigue espontáneamente el camino de sus sueños, ya sea por motivos de fe o para crear su propio camino y realización personal.
Hacer el camino apreciando la belleza de sus paisajes, su energía, su espiritualidad, la cordialidad y hospitalidad de las gentes que nos encontramos, nos permite descubrir auténticos valores como el amor, la amistad, la gratitud, el sacrificio, el esfuerzo, la generosidad, la tolerancia y la lucha que son la esencia del camino.
Estos son motivos suficientes y nos dan la fuerza interior que nos impulsa a realizar este viaje, querer ver y sentir lo poco que se necesita para ser feliz, abrir nuestra mente y nuestro corazón a iniciar el camino para demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces, poniendo a prueba nuestra voluntad.
Esta escultura condensa los valores que mueven al ser humano a realizar un recorrido de cientos de kilómetros con determinación inquebrantable, fija su mente en su destino, paso firme sin prisa pero sin pausa, dosificando sus fuerzas para enfrentarse a sus límites, seguro de sí mismo consciente de su experiencia conocedora de que nada lo detendrá. Soportar con humildad y fuerza la climatología y el agotamiento, superar el desánimo para encontrar su propia verdad.
Caminante es todo aquél que tiene un espíritu libre, un equipaje ligero, un alma solidaria y sigue espontáneamente el camino de sus sueños, ya sea por motivos de fe o para crear su propio camino y realización personal.
Hacer el camino apreciando la belleza de sus paisajes, su energía, su espiritualidad, la cordialidad y hospitalidad de las gentes que nos encontramos, nos permite descubrir auténticos valores como el amor, la amistad, la gratitud, el sacrificio, el esfuerzo, la generosidad, la tolerancia y la lucha que son la esencia del camino.
Estos son motivos suficientes y nos dan la fuerza interior que nos impulsa a realizar este viaje, querer ver y sentir lo poco que se necesita para ser feliz, abrir nuestra mente y nuestro corazón a iniciar el camino para demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces, poniendo a prueba nuestra voluntad.
Esta escultura condensa los valores que mueven al ser humano a realizar un recorrido de cientos de kilómetros con determinación inquebrantable, fija su mente en su destino, paso firme sin prisa pero sin pausa, dosificando sus fuerzas para enfrentarse a sus límites, seguro de sí mismo consciente de su experiencia conocedora de que nada lo detendrá. Soportar con humildad y fuerza la climatología y el agotamiento, superar el desánimo para encontrar su propia verdad.