Daniel
Lorenzo
Goñi

Daniel
Lorenzo
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Esculturas de bronce con alma - Zamora

Manada de lobos

Lobos No siento escalofríos, ni temor cuando oigo el aullido del Lobo cortando el silencio al caer la noche, viendo como la niebla va entrando a girones lentamente por los dientes de roca brillante y perfilada con los últimos rayos de luz en Peñamira. Siento emoción y profunda alegría, esperanza al saber que el animal […]

Material: Bronce

Dimensiones: 89 x 46 x 22 cm

Lobos
No siento escalofríos, ni temor cuando oigo el aullido del Lobo cortando el silencio al caer la noche, viendo como la niebla va entrando a girones lentamente por los dientes de roca brillante y perfilada con los últimos rayos de luz en Peñamira.
Siento emoción y profunda alegría, esperanza al saber que el animal que marcó mi infancia es leyenda, que sobrevive y prospera en la Sierra de la Culebra.
Asi es como mi padre me enseñó, con las muchas historias que el me contaba cuando era niño en las largas caminatas por las tierras de aliste, al escuchar ese sonido con admiración y respeto por un animal que sabia que a pesar de ser más odiado, perseguido y temido que admirado por la mayoría, también entendía y valoraba sus estrategias para sobrevivir, sabiendo que la tierra que pisaba no era solo suya y debía compartirla con otros seres que la habitaban mucho antes que el
En esta tierra tenemos la mayor densidad de población de lobos de toda la peninsula y gran parte de Europa.
La conservación de esta especie no es tarea fácil, ya que hay que basarse en posturas y creencias altamente contradictorias, a partir de la idealización por parte de la población urbana y los derechos de la población rural.
El lobo, al igual que el hombre, es un ser eminentemente social, un alto porcentaje de su comportamiento está determinado por sus relaciones con otros miembros de su especie con los que forma manadas con el fin de obtener ventajas frente al medio de cara a la propia supervivencia.
La sociedad en general tiene mucho que decir al respecto al sentirse comprometida con la supervivencia de este símbolo viviente de nuestra naturaleza más puru Nuestro patrimonio natural tiene derecho a ser protegido y merece respeto y presencia en el plan de protección del lobo, utilizando esta conservación de manera inteligente, generando beneficios también económicos que se reviertan en estos pueblos y sus habitantes. El mundo rural necesita al lobo como valor añadido,
Aprovechando la reciente e importante declaración de Reserva de la Biosfera para todo el árca fronteriza de Zamora con Portugal, propongo esta escultura como un instrumento mas para concienciar y educar desde hoy y para siempre en la memoria, un rumbo común de convivencia y conveniencia entre habitantes y lobos y pue esta obra se convierta en el símbolo de una especie única en una tierra privilegiada.

Daniel Lorenzo Goñi - Escultor - Manada de lobos

Lobos
No siento escalofríos, ni temor cuando oigo el aullido del Lobo cortando el silencio al caer la noche, viendo como la niebla va entrando a girones lentamente por los dientes de roca brillante y perfilada con los últimos rayos de luz en Peñamira.
Siento emoción y profunda alegría, esperanza al saber que el animal que marcó mi infancia es leyenda, que sobrevive y prospera en la Sierra de la Culebra.
Asi es como mi padre me enseñó, con las muchas historias que el me contaba cuando era niño en las largas caminatas por las tierras de aliste, al escuchar ese sonido con admiración y respeto por un animal que sabia que a pesar de ser más odiado, perseguido y temido que admirado por la mayoría, también entendía y valoraba sus estrategias para sobrevivir, sabiendo que la tierra que pisaba no era solo suya y debía compartirla con otros seres que la habitaban mucho antes que el
En esta tierra tenemos la mayor densidad de población de lobos de toda la peninsula y gran parte de Europa.
La conservación de esta especie no es tarea fácil, ya que hay que basarse en posturas y creencias altamente contradictorias, a partir de la idealización por parte de la población urbana y los derechos de la población rural.
El lobo, al igual que el hombre, es un ser eminentemente social, un alto porcentaje de su comportamiento está determinado por sus relaciones con otros miembros de su especie con los que forma manadas con el fin de obtener ventajas frente al medio de cara a la propia supervivencia.
La sociedad en general tiene mucho que decir al respecto al sentirse comprometida con la supervivencia de este símbolo viviente de nuestra naturaleza más puru Nuestro patrimonio natural tiene derecho a ser protegido y merece respeto y presencia en el plan de protección del lobo, utilizando esta conservación de manera inteligente, generando beneficios también económicos que se reviertan en estos pueblos y sus habitantes. El mundo rural necesita al lobo como valor añadido,
Aprovechando la reciente e importante declaración de Reserva de la Biosfera para todo el árca fronteriza de Zamora con Portugal, propongo esta escultura como un instrumento mas para concienciar y educar desde hoy y para siempre en la memoria, un rumbo común de convivencia y conveniencia entre habitantes y lobos y pue esta obra se convierta en el símbolo de una especie única en una tierra privilegiada.

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